Muchas personas viven su día a día, su ahora, pensando en el pasado y proyectando hacia el futuro, su mente esta atrás, adelante, y a ratitos aquí.



Otras personas hacen de su experiencia de vida pasada su presente, pues reviven constantemente dicho pasado en su mente, cuando esto ya fue, ya pasó, y no viven el ahora libremente. Se condicionan a sí mismos y se limitan en respuesta, por qué en cierta manera se manipulan para no estar ahora.



¿Habéis pensado en cómo se inician vuestras conversaciones? ¿En qué momento de vuestro tiempo empiezan? ¿Es decir por que surgen? ¿Qué momento evocan? ¿Así habláis, así pensáis? ¿..?



El establecernos en el presente con una atención sencilla a dónde y cómo estamos, a lo que pensamos, a cómo nos sentimos, a ser conscientes de donde se desarrolla lo que realmente vivimos, requiere cambiar de hábitos y establecer un nuevo propósito.



Estar consciente de nosotros en todo momento, requiere un espacio de tiempo, de esfuerzo para conseguirlo, estimo que la recompensa merece la pena.



“Vive el presente.”



Vivir en el pasado, no es correcto para TI. ¿Por qué?



El pasado ya pasó, libéralo con comprensión y perdón, un día puede que te des cuenta de que nada de lo que has vivido es para mal, al revés, todo es para bien, y que del mayor de tus padeceres, quedo algo muy bello, muy grato, tu gran experiencia.



Es encontrar las respuestas que tú tienes pendiente de darte, lo que te libera y te llena de felicidad. Es la comprensión de porque has vivido dicha experiencia, lo que te lleva a liberar esa experiencia.



El comprender como encaja en el puzle de tu existencialidad la vida que has llevado, hace que al mirar para atrás, te quede buen sabor de boca, y tengas mucha dicha.



Cuando liberamos una carga del pasado, equilibramos muchas cosas dentro de nosotros.



Durante este tiempo, hay muchos ratos en los que no podemos sentirnos presentes, estamos en otras cosas… para reparar estas inatenciones, es correcto, hacer un “resumen” de nuestro día al terminar éste.