Cuando estamos en silencio es cuando permitimos que aparezcan las soluciones.
Dios, los ángeles, guías espirituales, el universo nos muestran continuamente las soluciones a través de los hechos cotidianos. Lo que necesitamos saber, hacer, tener, está integrado a nuestro ser, está alrededor, sucede cada día.
No tenemos que ser de otra manera. Somos todo lo que necesitamos. Apreciemos nuestras cualidades. Nada de compararnos con las virtudes de otros. Cada quien lleva su propio proceso de vida, eso que vemos es reflejo de lo que sentimos. No seamos una versión de segunda de nadie sino la mejor versión de nosotros mismos, somos uno.
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